lunes, 21 de abril de 2025

Una Verdadera Historia de Amor

 

Un 20 de Abril Maritza venia con su hermana Judith muy triste de la feria anual del pueblo pero Maritza se había encontrado con su novio y estaba con otra chica, su hermana Judith le rogaba que no la dejara sola, que quería ver a su guitarrista que ella entendía que se sentía mal pero que sus padres tan estrictos no la iban a dejar sola en el jardín con él, además había prometido llevar a un amigo para presentárselo a ella, a lo que Maritza refunfuño rápidamente

 --Que amigo ni que nada chica si lo que tengo es rabia.

Caminan a paso lento, más por el ánimo de la hermana menor, que tenía el corazón roto y el orgullo herido. Llegan a casa y entre la gente dos chicos con guitarras uno ojos verdes cabello negro y barba se queda viendo a Maritza y el otro rubio también muy delgado se acerca amigablemente y las saluda con mucha soltura a las hermanas.

 Judith se ríe – pensé que no vendrías como esta todo tan animado en la feria—

 --Primero tú que la feria flaca, les presento a mi amigo Alberto: -

 Alberto hace un ademan para apartar un mechón de su cara y se le queda viendo a Maritza

 --Mucho gusto—

-Igualmente—

responde ella disimulando un poco la impresión que le causa su mirada, esos ojos verdes esa mirada fija, sin embargo unos minutos después ella recuerda lo ocurrido en la feria y su ánimo vuelve a decaer estuvieron un rato que para Maritza parecieron horas, porque ella lo que quería era ir a su cama llorar y dormir y pasaron los días casi un mes.

Maritza un día sale del instituto y en la esquina esperando el autobús ve que la está esperando a ella, Alberto, él se acerca a ella y le dice

-Qué difícil es verte -- y sonríe

Ella quedo un poco desconcertada porque no se esperaba que Alberto la estuviera esperando solo sonrío y saludo como si nada, Maritza tenía la capacidad de disimular sus emociones de, aunque fuera lo más increíble ella estar tranquila y no expresar nada, que ella no quisiera que los demás se dieran cuenta y así fue Alberto no sabía si ella se alegraba o no, solo lo saludo el le invito a tomar un helado y ella dijo que no, que mejor el sábado y el le dijo cuando quieras igual mente no dejo de pensar en ti desde el día en que te conocí así empezó una historia de amor que lleva décadas, no en el amor perfecto pero si en el amor verdadero

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