Desde que deje mi país, mucho más aun en los últimos años de mi vida, la navidad no representa gran cosa para mí, no sé si es la falta de amistades, el crecer (dicen que la navidad es más de los niños) en fin… es un cumulo de cosas que hace que sea menos importante. Ahora con la perdida de mi abuelo este año, he tenido dos enseñanzas.
La primera Lección es que los cumpleaños de las personas a las que quiero son lo más importante, demostrarle todo mi cariño en vida, cuán significativo son esas personas para ti, gracias a Dios no tengo ningún arrepentimiento en cuanto a mi abuelo, siempre demostré y fui con él la mejor versión de mí, hasta sus últimos días… y él siempre me quiso y me valoro incluso en esos días tan intensos, sus palabras de admiración a lo que yo representaba para él, son los más dolorosos pero más grato recuero que pudo dejarme.
La segunda es vivir según lo que quieres, dentro de tus posibilidades claro, que, si puedes dar la vuelta al mundo, ¡lo disfrutas! que, si un año no vas a la playa y te quedas en casa, ¡lo disfrutas! es tratar de complacerse cada momento sin enrollarte, incluso cuando algo te molesta, tratar de llevarlo sin que esa molestia pase tanto tiempo dentro de ti.
En fin, creo que está perdida a significado muchas cosas para mi… pero creo que este año pensar en la navidad es el más desanimado y poco esperado… seguramente vendrán otros mejores y otros peores, todo el mundo dice, es parte de la vida, pero es fácil decirlo en cambio, un poco más difícil aceptarlo. Es distinto a celebrar el cumpleaños de alguien que quieres, pues sabes que esta navidad va a haber tristeza en los ojos de todos tus allegados, en mí ya hay tristeza solo pensarlo
