martes, 17 de marzo de 2015

“El Alquimista”

Continuando con la  re-lectura de antiguos libros
Hace muchos años leí “El Alquimista” (Paulo Coelho)

Es excelente ciertamente, hace  poco y después de unos 15 años lo quise leer nuevamente, para verlo tal vez con otra perspectiva.

Mientras lo leía recordaba cuando para mí todo era una señal, sobre todo en temas del amor… cuando estuve tan enamorada y aguante en silencio porque las señales me decían que debía ser paciente ya que aunque esa persona representaba mi tesoro emocional o lo que yo creía que era no solo amor, sino mi gran amor, el que me había curado no solo física sino emocionalmente, el que reanudo mi deseo de ilusionarme, soñar y hasta escribir, escribir cartas que no sabía si serian leídas pero que me ayudaban a expresar mis sentimientos, pero esas mismas señales me llevaron una mañana a enterarme que ese día se casaba, esas mismas señales me contaron muchas otras cosas de él y un día ni siquiera necesite señales, me dijo personalmente y de sus propios labios que “era completamente feliz”   yo me alegre porque sus ojos hablaban de felicidad y entendí que yo no era capaz de darle esa felicidad.

Pero  sé qué hace mucho tiempo deje de creer en señales, de ilusionarme y de creer en el amor.
Ahora leo nuevamente este libro y me sigue pareciendo maravilloso. Y ciertamente lo leería muchas veces  más pero entiendo que el mensaje cambia según tu situación actual. Las señales son parte del aprendizaje pero no el aprendizaje en si…. Es como quien dice que “la felicidad es disfrutar del viaje, no llegar al destino”



Como diría un buen compañero del trabajo… ni viaje, ni señales, ni leches… LA VIDA