Hace muchos años leí “El Alquimista” (Paulo Coelho)
Es excelente ciertamente, hace poco y después de unos 15 años lo
quise leer nuevamente, para verlo tal vez con otra perspectiva.
Mientras lo leía recordaba cuando para mí todo era una señal, sobre todo en
temas del amor… cuando estuve tan enamorada y aguante en silencio porque las
señales me decían que debía ser paciente ya que aunque esa persona representaba
mi tesoro emocional o lo que yo creía que era no solo amor, sino mi gran amor,
el que me había curado no solo física sino emocionalmente, el que reanudo mi
deseo de ilusionarme, soñar y hasta escribir, escribir cartas que no sabía si
serian leídas pero que me ayudaban a expresar mis sentimientos, pero esas
mismas señales me llevaron una mañana a enterarme que ese día se casaba, esas
mismas señales me contaron muchas otras cosas de él y un día ni siquiera
necesite señales, me dijo personalmente y de sus propios labios que “era
completamente feliz” yo me alegre porque sus ojos hablaban de
felicidad y entendí que yo no era capaz de darle esa felicidad.
Pero sé qué hace mucho tiempo deje de creer en señales, de
ilusionarme y de creer en el amor.
Ahora leo nuevamente este libro y me sigue pareciendo maravilloso. Y
ciertamente lo leería muchas veces más pero entiendo que el mensaje
cambia según tu situación actual. Las señales son parte del aprendizaje pero no
el aprendizaje en si…. Es como quien
dice que “la felicidad es disfrutar del viaje, no llegar al destino”…
Como diría un buen compañero del trabajo… ni viaje, ni señales, ni leches…
LA VIDA
Me encanta tu blog!!
ResponderEliminarGracias
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