Me siento tan perdida y sola, es como si fuera una hoja de otoño que se desprende del árbol y va a la deriva por una ráfaga de viento suave, se deja llevar sin saber a donde va a parar.
La suerte de la hoja es que cae rápidamente al suelo. Pero yo sigo flotando por este viento que en algún momento se convirtió en huracán y se llevo todo menos la soledad. Soledad. Soledad. Soledad Siempre compañera ineludible de mis días y noches, te instalaste en mi vida desde hace tanto tiempo que incluso en ocasiones eres casi hasta amigable. Soledad que me atormenta con su silencio y me quema con su frió abrazo. Solo me gustaría llamarme Lola para que me dediquen esa bella canción.
(A. Sanz “Lola Soledad”)
1/1/11